Desde la llegada de Lebron James a Miami Heat, el equipo de Florida viene recibiendo abucheos de los aficionados en sus giras por EEUU.
Esta animadversion que persigue a Lebron James por sus giras con Miami, es consecuencia de su declaracion televisiva de este verano en la que comunico a bombo y platillos su cambio de Cleveland a Miami junto con las otras grandes estrellas que iban a llegar a ese super equipo (Wade y Bosh), declaracion que no tuvo una buena acogida por la opinion publica americana.
Los Heat no reciben aplausos y alabanzas de los lugares que van a visitar, no como Lakers y Celtics que siempre son bien recibidos en sus partidos a domicilio, aunque sean el segundo mejor record de la Conferencia Este.
Un ejemplo sobre lo que tiene que soportar Lebron y los Heat en general en sus desplazamientos, es lo ocurrido el viernes pasado con un aficionado de Detroit al que le dijo que dejara de meterse con su familia ya que segun James llevaba desde el principio del partido haciendolo. Sobre este problema Lebron indico que es cierto que a veces la gente pìedre los papeles y que el no tiene problema en escuchar cuaquier comentario sobre baloncesto, pero lo que nunca se tiene que perder es el respeto.
El baloncesto, sobre todo en la NBA da la posibilidad al aficionado de estar mas cerca de los jugadores y crear escenas al menos curiosas. Una de ellas se produjo en los play off de 1994 en la eliminatoria entre Knicks y Pacers en la que Reggie Miller anoto 25 puntos en el ultimo cuarto mientras charlaba con Spike Lee.
Los comentarios del publico en sus partidos a domicilio no parece afectar a Miami ya que tiene el segundo mejor balance fuera de la liga con 19-10.
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